Los tratamientos de depilación láser se estructuran en un número determinado de sesiones, que suele rondar entre las cuatro y las 14, dependiendo de distintos factores como la zona a tratar, la cantidad de vello y el tipo de piel. La duración de cada sesión también depende de las variables anteriores, aunque acostumbra a comprender entre los 10 y los 75 minutos.
En cuanto al tiempo que transcurre entre sesiones lo más habitual es que el vaya de las dos a las seis semanas, por lo que el tratamiento puede durar entre cuatro meses y un año. Esto lo determinará en cada caso el especialista.
Por lo que respecta a los efectos del tratamiento, este procedimiento permite eliminar el vello corporal en el medio o largo plazo. Aunque tras el primer tratamiento lo normal es permanecer libre de vello durante varios meses, es posible que este vuelva a crecer.
En cualquier caso, será mucho más claro y fino y, por lo tanto, mucho menos visible que el anterior.
Si eso ocurre, bastará con una sesión de mantenimiento anual para eliminar el vello del rostro y el cuerpo de una vez por todas.
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